Magia

Magia
Cazador

domingo, 9 de agosto de 2015

Capítulo 8: La petición

Jocab se sentó en la zona central, junto a Mugrin y Sostias. Por fin era lo que siempre había ansiado, un Cazador de Magia de pleno derecho, pero la "protesta silenciosa" en la ceremonia, le había indicado que más de la mitad de los miembros del Gremio que estaban presentes eran hostiles a su presencia entre ellos. No se podía decir que la sillería estuviera llena. Había representantes de las 13 Partidas de Caza, pero teniendo en cuenta que la Partida más pequeña tenía unos 30 miembros y la más grande unos 150, el par de centenas de Cazadores que se encontraban en el Maestratum era un número bastante pequeño, y sabía que los que no se encontraban allí, o estaban de misión, o se habían ausentado como otra forma de protestas. Sabía que Errarion era uno de los cabecillas de esta "resistencia" hacia su persona, y al ser un tzamish, la influencia que ejercía tanto en la ciudad como en la escuela era más que notable.

El Gran Cazador Omistias bajó con agilidad felina de la plataforma y, dejando la lanza térmica en su lugar de honor, se sentó en la silla que le pertenecía en la zona central, aunque en la zona mas alejada al nuevo miembro. Al ser el Gran Cazador no podía pertenecer a ninguna Partida para intentar evitar favoritismos. Ya en su silla (idéntica a la de los otros cazadores) comentó con su potente voz:

- Que entren los peticionarios.

La puerta sur, llamada la Puerta de los Ruegos, se abrió y una docena de personas de varias razas entraron en el Gran Salón para hacer sus peticiones. Normalmente no era necesario ir al Maestratum, ya que en muchos Reinos la organización gremial tenía una Sede, llamada Refugio de Caza, donde se podían solicitar los servicios de los Cazadores, pero las personas mas influyentes y con mas recursos preferían hacer el viaje a Forentud, para que todas las Partidas escucharan sus peticiones y tener la mayor oportunidad de que el mejor equipo resuelva sus problemas. Fueron hablando uno a uno y siempre una o dos Partidas de Caza aceptaban la tarea y creaba un grupo para la misión en sí. Cuando llegó el turno de la otra peticíon, Lest se aproximó al estrado donde los peticionarios se dirigían a las Partidas presentes. Sacó un papel y lo desplegó. Jocab vio la gran y elegante letra de Mugrin escrita en el papel, por lo que supuso que el titánico Cazador que se encontraba a su derecha le había dado unas indicaciones para que su petición fuera correcta y tuviera mayor aceptación. "Este minotauro siempre me sorprende" pensó Jocab, porque a él se le había pasado ese detalle y, cuando tenía tiempo para rumiar sus pensamientos, Mugrin era mas avispado de lo que parecía. Lest comenzó a leer:

- Mi nombre es Lestirión Ouros, provengo de un poblado de leñadores humano que se encuentra al final del Camino del Osario, mas allá del bosque Zarclash. Vengo a suplicarles, poderosos Cazadores, para que salven a mi pueblo. Después de varios días cazando volví y todo el poblado fue convertido en piedra. incluso yo empiezo a tener síntomas de petrificación. ¿Alguien quiere salvar a estas 62 almas que agonizán?

Un silencio incomodo reinó en el Gran Salón después de la petición de Lest. Ninguna Partida se ofrecio a ayudarlo, y Jocab, al ser un miembro recién incorporado, no quería levantarse y preguntar a las Partidas, para no perjudicar al pequeño. Con la hostilidad tan abierta que tenían muchos hacia él, su participación a favor del chaval pondría todavía más en su contra a los humanófobos. Pero no tuvo necesidad ya que el voluble Mugrin saltó con indignación.

- ¿Acaso ninguna Partida va a ayudar a su pueblo?. ¿Donde esta el espíritu del juramento que hacemos todos nada mas entrar por primera vez en el Maestratum? Ayudar a quien lo necesite, dando igual quien fuera o de donde viniera.

Errarion se levantó y comentó en voz alta:

- Es un vulgar humano. Mi Partida no piensa ponerse en peligro para salvar a esas vulgares ratas...

Esto provocó movimientos y protestas airadas, ya que entre los cazadores se encontraban unos cuatro nezumi (hombres-rata) que se enfrentaron a Errarion diciendo que se atreviera de nuevo a comparar a sus ancestros animales con esos sucios humanos... y entonces Ghefirazh se levantó. Su sola presencia de pie, sobre el brasero que le servía de asiento fue suficiente para poner orden. Su piel reptiliana de escamas negras y anaranjadas resplandecían por el aceite, altamente inflamable, que excretaba por todos sus poros y sus ojos, de un rojo brillante llenos de inteligencia recordaban que las salamandras, los mas poderosos Elementales Ígneos, eran criaturas muy pasionales, aunque nadie había visto al analítico elemental perder los nervios y vivir para contarlo...

-Díganos, señor Ouros,- Comentó el elemental de metro y medio de altura, soltando pequeñas llamas retorciéndose por su lengua viperina y llenando la sala de olor a ceniza- ¿que clase de recompensa u honor podría darnos su poblado por salvar sus almas?

Lest se quedó sin habla, pensando que decir. No parecía tenerle miedo a la salamandra, por lo que Jocab supuso que no sabía con qué se dispuso hablar el humano

-Mi pueblo es una pequeña aldea de leñadores, señor, no tenemos grandes pertenencias, pero si nos salvan dudo mucho que mis vecinos no les den todo lo que poseen con mucho agrado.

-Teniendo en cuenta que su poblado no parece tener nada de valor- objetó Ghefirazh- no puedo recomendar a nadie de mi partida a que ponga en peligro su existencia, por lo que rechazamos su petición.

Tras estas palabras, la salamandra se sentó en su brasero y un murmullo de asentimiento recorrió el Gran Salón. Jocab no pudo resistir mas y dijo:

- Yo lo haré.

Todos miraron con asombro al nuevo Cazador, ya que les pillo por sorpresa, pero el Gran Cazador Omistias, haciendo movimientos negativos con la cabeza, replico al novato.

-Las reglas son claras, Cazador Jocab- comentó el hombre-pantera-, un Cazador en solitario es una víctima fácil para cualquier enemigo potencial, por lo que debe tener el beneplácito de una Partida para ir en grupo y se cuiden las espaldas unos a otros.

-Pues crearé mi propia Partida de Caza- Comentó Jocab con convicción-. Visto lo sucedido en la ceremonia, dudo que ninguna Partida me invite a unirme en ella y, aunque hace muchos años que no se crea una Partida nueva, las normas del Gremio dice que una Partida que quiera ser formada, su primera misión deberá ser desinteresada, sin cobrar nada, para demostrar su valía.

- Aún así, cazador Jocab- objetó Omistias-. La nueva Partida tiene que tener 3 miembros como mínimo, y no sé quien querrá acomp...

-Yo lo haré- exclamo Mugrin casi saltando de su asiento, con un brillo de excitación en sus oscuros ojos, con casi todo el vello de su ancho cuerpo erizado por la furia contenida hacia las Partidas por negarles la ayuda a Lest. Dándole un manotazo al hombro de Jocab con tanta fuerza que casi le disloca el brazo. -Les demostraremos de que estamos hechos, pequeñajo.

- Aun así sois solo 2 y, aunque usted ocupe el espacio de varios, Cazador Mugrin, las normas...

- Yo seré el tercer miembro -comentó Sostias, levantando sus artriticas patas de su asiento, con forma de pesebre- Puede que esté viejo, pero el tercer miembro es para que se quede en el Maestratum y hable por ellos en el caso de que esté en una misión. Por lo menos mas emocionante que esta aburrida jubilación será...

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