Magia

Magia
Cazador

martes, 30 de junio de 2015

Capítulo 6: Incertidumbres

La pequeña casa cerca del puerto de Mugrin era bastante espaciosa... para alguien que no fuera un minotauro. El techo era excesivamente bajo y Mugrim tenía que ir cabizbajo para evitar que sus cuernos rallara la techumbre. En cambio, Jocab y Lest entraron sin problemas. El aire salobre del puerto, una mezcla de olores a mar, pescado y orina de borrachos, inundaba la habitación, dando una extraña sensación de temporalidad a la nueva vivienda del príncipe de la Corte de los Toros.

- Ya se que no es muy espaciosa- dijo Mugrin mientras se sentaba en el enorme catre que ocupaba dos terceras partes de la habitación principal - pero por lo menos aquí te podrás asear y ponerte presentable para esta noche.

Lest se miró sus ropas, humildes en un principio, pero ahora sucias y llenas de pequeños desgarrones ocasionados por el viaje y los guardias. Su rostro se puso rojo como un tomate al ver su aspecto desaliñado en un espejo de cuerpo entero en el aseo.

- Nosotros vamos al Maestratum, el edificio de la cúpula enorme cerca de la plaza del mercado - dijo Jocab- Cuando sea haga de noche, entra por la puerta Sur y dí que necesitas hablar con el Consejo Mayor. Te llevaran a una sala enorme y las Partidas de Caza que estén allí oirán tus argumentaciones. Intenta ser claro, conciso y que no se te escape nada, para que alguna de ellas quiera ofrecerte su ayuda.

Mugrin y Jocab dejaron al pobre Lest con hilo y aguja intentando arreglar sus desgastadas ropas, y se dirigieron al Maestratum, aunque esta vez Mugrin no olvidó coger su enorme hacha de guerra. Tenía la inquietante sensación de que la iba ha necesitar mas pronto que tarde y se tranquilizó al notar su mango pulido por el uso en innumerables sesiones de entrenamiento. Jocab había superado sus tres pruebas y no podrían negarse a poner su nombre en el registro, pero sabía que, tras las formalidades, abría una gran cantidad de maestros y acólitos que esperarían cualquier tropiezo para aguar la ceremonia de esta noche. Mugrin miró a su pequeño amigo humano, el único que nunca le dió la espalda cuando, recién llegado al Maestratum y con el incidente diplomático aun reciente, se encontró con una academia claramente hostil hacia su persona. En solo 5 años esos sentimientos de odio se habían disipado, gracias a su pericia, incluso algunos lo admiraban por su tesón. Gracias a su preparación en la corte, consiguió la maestría intelectual de heráldica, por lo que se esperaba que fuera un diplomático en el futuro. Su maestría bélica del hacha la consiguió gracias en gran parte al entrenamiento previo que tuvo con uno de sus hermanos mayores, que había conseguido grandes honores para su Casa en el Coliseo. Su última maestría, la miscelánea, fue la navegación, una maestría muy poco útil si no eres un Surcador de Brumas, pero siempre se ha dicho que el agua de los océanos corre por la sangre minoica.

Ahora era el turno de Jocab. Toda su vida estaba tras esos muros, y ahora no sabía muy bien que hacer. La meta que se había impuesto de conseguir la sobrecamisa estaba al alcance de su mano,y una gran incertidumbre se apoderó de él, sin una nueva meta a la vista. Sabia que sería muy difícil entrar dentro de una Partida de Caza, y sin estar en una, no podría hacer misiones. Mugrim ya había recibido propuestas para unirse a cuatro Partidas, pero había dilatado la decisión hasta saber que su pequeño amigo conseguía vestir los colores del gremio.

Las horas pasaban, y Jocab, mientras se preparaba para estar presentable para su ceremonia (era el único que había superado las tres maestrías esta vez), empezó a notar esa tensión en los omóplatos que siempre se le formaba antes de una de las "bromas" de sus compañeros acólitos. Su garganta estaba seca, y su lengua la notaba rasposa, como si hiciera tres días que no bebiera una gota de agua. Pero cuando sonó el Gong que indicaba la reunión en el Gran Salón, se encomendó a todos los Espíritus que pudieran escucharle y entró en la gran estancia, esperando estar preparado para lo que pasara a continuación.

lunes, 29 de junio de 2015

Capitulo 5: Bendita Ignorancia

A Jocab le bajó un escalofrío por la espalda al ver la pequeña porción de pecho petrificado del humano. Definitivamente, esta era una prueba inequívoca de que Lestirion no mentía. Jocab había visto horrores mas escalofriantes creados por la Magia Salvaje que se desató con el Gran Kaos... Pero eso ocurrió hacía 6000 años, con la pérdida de toda la ciencia y la magia, y la creación de nuevas razas. Los conatos de Magia Salvaje ya no eran frecuentes, y nunca se mostraban de la noche a la mañana, y aún así...

-¿Por qué vas a ver al rey?- preguntó Jocab- a él, los humanos les trae sin cuidado, y las cuestiones sobre ciencia olvidada y magia, las llevamos los Cazadores...

-¿Qué son los Cazadores?...

Eso sí que descolocó a Jocab, hasta Mugrim, abrió tanto los ojos que parecía que se le iban a salir de las órbitas

-¿En serio que no conoces a los Cazadores de Magia? Eso es imposible, es el Gremio mas importante del Reino de Forentud, es mas, su sede principal esta en el corazón de la ciudad. ¿Qué Gremios conoces?

- Es la primera vez que oigo hablar de ellos...

No había oído hablar de los Cazadores, no sabía que el rey Tzamish despreciaba a los humanos, no había oído hablar de los Gremios... y hasta decía que venía de un pueblo humano, no de un asentamiento. Jocab parecía empezar a entender lo que pasaba...

-Dime, Lestirion...

-Todos me llaman Lest..

-... De acuerdo, Lest, ¿de donde vienes?

-De mi pueblo, al final del camino del osario

-¿Dices que tu pueblo se encuentra antes del Bosque Zarclash?

-No, que va, mi pueblo esta pasando el bosque, al final del camino, antes de llegar al muro de niebla...

-Ahm, entiendo...

- Pues explícamelo a mi- exigió Mugrin-, que estoy mas perdido que un toro en una tintoreria roja...

-Es muy sencillo, en la época de la construcción de Forentud, aún no se despreciaba tanto a los humanos, y se creó el camino del osario, de una punta a otra de las Brumas Eternas, y el Rey tzamish de la época dijo que todas las poblaciones que conectaban el camino estaban bajo la protección de la corona. Pero eso fue hace siglos. Hace más de 200 años que ningun recaudador de impuestos cruza el bosque Zarclash. Así que ese pueblo humano ha podido hacer su vida lejos del odio del resto de las razas... o por lo menos hasta ahora. Pero en contrapartida, parece que desconoce las cosas mas nimias que todos dan por hecho...

-¿Y qué piensas hacer?

-¿Qué quieres que haga? Lo primero es ocuparnos de que Lest tenga un lugar donde pasar la noche, y lo siguiente es ocuparnos de que solicite una ayuda formal a los Cazadores en el Maestratum, después de la ceremonia de Imposición de Colores. Puede que alguna Partida de Caza quiera investigar el incidente...

jueves, 18 de junio de 2015

Capitulo 4: Piel de Roca

...puso la mano sobre el hombro del capitán de la guardia. Este se giró enfadado para preguntar quien tenia la osadia de interrumpirlo pero se encontró mirando un pecho musculoso y velludo, con un olor a almizcle que inundó sus fosas nasales. Al levantar la vista para poder bien la cara del minotauro se dió cuenta de los colores de la sobrecamisa que llevaba abierta y tragó saliva. Todavía estaba reciente el incidente en el que, hacía 5 años, murió el representante del gobierno de Forentud en la Corte de los Toros, y como represalia, intentaron capturar a su representante en la ciudad. El minotauro era un anciano diplomático y, aun asi, consiguió llevarse consigo a 6 guardias a la tumba, y ahora estaba viendo a un miembro de esa misma raza en toda su plenitud juvenil, y con los colores de los Cazadores de Magia.

- Soy Kal Mugrin, noveno hijo de la Casa Real del Rey Minos, enviado hace 5 años como condición impuesta por los Surcadores de Bruma para no apoyar el envio de tropas evitando una guerra, Cazador de Magia de primer grado, a espera de conformacion de su Partida de Caza. ¿a que se debe este alboroto?

- Perdone, Cazador Mugrin, soy Remer Zanock, capitan de la guardia real de Forentud. Este humano ha intentado entrar en el Castillo de Hueso exigiendo ver al rey, y antes de que su majestad se molestara, hemos decidido expulsarlo de la ciudad. Si hubiese visto al rey, él lo habria ejecutado en seguida y la sangre es muy dificil de quitar de la pared porosa del castillo...

El color de la cara del niño iba perdiendo color mientras el capitan relataba lo que estaba haciendo, por lo que Jocab se acercó al muchacho y le susurro al oido...

- Tranquilo, mi amigo lo solucionara todo...

Mugrin, con gesto pensativo miró a la guardia real y luego al muchacho, como sopesando opciones. Entonces su estómago rugió imperante.

- Esta algarabía me ha estropeado el almuerzo. No te preocupes, capitan Zanock, los Cazadores nos encargaremos de él.

Al escuchar esta declaración del enorme minotaurio, imaginandose el sabor ferroso de la sangre en la boca y viendo su futuro inmediato lleno de visceras, los nervios del muchacho cedieron y se desmayó, impidiendo solo que cayera al suelo los guardias que aun lo sujetaban. Mugrin lo cogió en brazos con delicadeza y lo llevó a traves de todo el mercado. Jocab fue corriendo tras él y lo alcanzó a la salida de la plaza, con las voces típicas de este que, pasado el momento, volvia a su rutina natural, en dirección a las puertas de la ciudad

-...iban a matarlo, y solo le ha salvado el hecho de que la sangre sale mal de una pared porosa... ¡si hubiera tenido mi hacha aquí se les acabarían las tonterias! - grito Mugrin, haciendo referencia al hacha de guerra con la que consiguió su maestría bélica - ¿como se puede odiar tanto a una raza como para que ocurra...eso?

- En las islas del reino de tu padre llevais siglos sin humanos, por lo que el odio hacia mi raza se ha diluido con el tiempo. Aqui los humanos estamos siempre presentes, y a los niños se les enseña a odiarnos, por haber provocado todas las desgracias del Gran Kaos, y eso que ocurrió hace mas de 6000 años...

- Da igual, lo hecho, hecho esta, vayamos al rio, a ver si un poco de agua lo despierta

Cuando salieron de la ciudad y llegaron al rio que la bordea, dejaron al muchacho en el suelo y, con las manos en forma de cazo, le tiraron agua a la cara. El muchacho despertó sobresaltado y al ver a Mugrin casi sale corriendo, pero Jocab, que estaba detras suya, le dio la vuelta y mirandolo a los ojos le comentó:

- Tranquilo, te he dicho que te ayudaríamos. ¿de donde vienes y que es eso de que la aldea necesita al rey?

El chaval, con la respiración aún agitada, dijo:

- Mi nombre es Lestirion Ouros, vengo de un pueblo al final del Camino del Osario, y algo horrible ha pasado. Despues de varios dias de caza, volví al pueblo para compartir los conejos cazados con los ancianos, y...¡todo el pueblo estaba convertido en piedra!

Jocab, extrañado, lo miró con incredulidad

- ¿todo el pueblo convertido en piedra? ¿tienes alguna prueba de ello?

- Claro que la tengo, porque tambien me esta pasando a mi- dijo abriendose la camisa, donde una mancha grisacea del tamaño de un puño ensombrecia su piel encima de su corazón. Cuando golpeo la mancha con el puño...sonó como si hubiera golpeado una roca...

martes, 16 de junio de 2015

Capitulo 3. Tumulto en el Mercado

Mugrin y Jocab salieron del Maestratum y fueron dirección sur hasta la plaza del Mercado. Aparte del Maestratum y el Castillo de Huesos, el Mercado era la estructura, o en este caso, conjunto de estructuras, mas importante de la ciudad. Cientos de puestos semipermanentes se encontraban enfrente de ellos, y en ellos se ofrecian miles de articulos con los que los habitantes de la ciudad y sus alrededores se ganaban la vida. Mientras caminaban por la maraña de puestos de madera, los habitantes de la ciudad, la mayoria Tzamish, miraban por encima del hombro a Jocab, y gran parte de ellos no ocultaba su desprecio, pero cambiaban la cara rápido despues de notar la presencia del gran minotauro. Jocab agradecía mas de lo que podia expresar con palabras a Mugrin su compañía. Estaba acostumbrado a las miradas de desprecio dentro del Maestratum, pero una cosa era eso y otra la abierta hostilidad que notaba las pocas veces que salía del edificio con un encargo hacia otras partes de la ciudad. En el edificio durante los ultimos 15 años se habia hecho querer, y si no respetar, por una parte de los habitantes de la enorme academia. Fuera de los muros, era otro humano mas, tratado igual que una rata.

Mientras Mugrin compraba algo para comer con la paga que le daba la institución por ser ya miembro de pleno derecho, Jocab observó que se formaba un corrillo de gente en la calle que daba a la Plaza del Agua. Lo único que podía ver eran las crestas de hueso que indicaban que allí, en el centro del tumulto, estaba la guardia de la ciudad. Extrañado, ya que la ciudad era muy tranquila para ser tan grande, se acercó para ver que podía haber empujado a la guardia a tomar partido. Empujando hasta poder ver el centro de la algarabía, pudo ver a un niño humano, no mucho mas joven que él, luchando con uñas y dientes contra cuatro guardias tzamish, con las formaciones de hueso prestas para clavarlas en el primer tejido blando que se le ponga a tiro cuando se les terminara la paciencia, que parecía suceder en cualquier momento.

- ¡Soltadme, he dicho! ¡Tengo que hablar con el Rey! ¡Mi pueblo necesita ayuda! ¿Nadie piensa hacer nada? ¡Mi familia esta en problemas!

Horrorizado, sabiendo lo que iba a ocurrir y constatando que nadie pondría la mano en el fuego por una rata humana, Jocab salió corriendo buscando a su voluminoso amigo.

-¡Mugrin! ¡Ven rapido!

-¿Que pasa Jocab?- dijo Mugrin, mientras comia a 2 carrillos una torta rellena de maiz y brotes de trigo, con otra en la mano para él -¿No tienes hambre?

-¿No ves lo que pasa allí? ¡Un niño humano exige ver al rey Tzamish!

-¿Que un... QUÉ? ¿Acaso esta loco o quiere suicidarse?

- No creo, parece que es de extramuros, y si alguien con autoridad no hace algo, lo van a trinchar como a un pollo

-¿Y que quieres que haga yo?

-¿Acaso ya lo has olvidado? ¡Ahora eres un Cazador de Magia! En este instante, dentro de la ciudad, solo tienen poder el Rey y los Maestros sobre ti, puedes detener esta locura

Conforme se hacia la luz en la mente del bonachon, pero un poco lento minotauro, la algarabía iba aumentando de volumen, como si el gentío estubiera sediento de sangre.

Antes de que pudiera ocurrir algo irreparable, Mugrin avanzó apartando a la gente y, haciendo que se notara los colores de su sobrecamisa, puso la mano sobre el hombro del capitán de la guardia...

sábado, 13 de junio de 2015

Anexo 1. Plano de Forentud


1 Maestratum
2 Mercado
3 Castillo de Huesos
4 Casa de la Bruma
5 Bahía Osario
6 Palmira Aurea
7 Plaza del Agua y acueducto
8 Almacenes Reales
9 Ruinas de la Llama
10 Casa del Silencio
11 Río Melendra
12 Camino del Osario

jueves, 11 de junio de 2015

Capitulo 2: Bronce y Cuero

...hasta que una masa de musculos y cuernos se abalanzo sobre él... y lo levantó con sus poderosos brazos.

- Sabia que lo conseguirias, pequeñajo- dijo el gigantesco minotauro elevando a Jocab por encima de sus dos metros y medio de altura.

-Para Mugrin - dijo Jocab- todos estan mirando.

En ese instante Jocab se dio cuenta que no todo el griterio que lo rodeaban eran vítores, muchos de ellos eran abucheos. Una cosa es que la institución de los Cazadores de Magia, respetada y reconocida en mas de una centena de reinos tuviera un acólito humano, pero que este acólito fuera un miembro de pleno derecho... ya no tenía al maestro Mirren para protegerlo, y notaba la mirada furiosa del maestro Errarion en su espalda, sabiendo que, al ser él el que habia ideado la prueba, no podía hacer más que darla por superada. No caeria sobre la conciencia de Jocab la muerte del pequeño fuego fatuo, mas bien, la pequeña criatura que guia a los muertos hasta el reino de su respectivo Dios lo consideraba como su salvador, y los mortales escarabajos de fuego alterados por el Aura del Cazador salamandra Ghefirazh seguían en sus vasijas sin provocar ningun incidente. Sostias miraba a Errarion sonriendo con disimulo, sabiendo que el primer impedimento oficial para Jocab de ser un hermano Cazador de pleno derecho había sido solviantado, aunque sabía que era solo el primero de muchos que aun quedaban por superar. Se acercó lentamente y con un trote renqueante por la artritis de sus ancianas patas, con un paquete envueto en hojas de Palmira Aurea, el símbolo de la ciudad.

- Se que aun es pronto para que te lo den, hasta que no se incluya tu nombre en la placa del Gran Salon del Maestratum no deberías ponertela. Pero Errarion no es el único que no te tiene simpatías aquí, por lo que he decidido hacertelo yo mismo.

Jocab desempaqueto el embalaje con sumo cuidado, sin romper las finas hojas del arbol que forma el corazón de la ciudad de Forentud, y sacó de su interior una sobrecamisa de los colores oficiales de los Cazadores: Bronce y Cuero

- Mirren esperaba poder hacertelo el mismo, pero las fiebres escarlatas se lo llevaron demasiado pronto. Aun así, se que está orgulloso de tí.

Jocab tuvo que esforzarse para no soltar una lágrima delante del centauro que era como parte de su familia y el minotauro, que se habia convertido en su mejor amigo en la escuela del Maestratum. La cúpula del edificio principal, con sus tejas broncineas, brillaban bajo los rayos del sol que bañaban esta parte de los Reinos Fragmentados, y Jocab no podia esperar a ver su nombre grabado en la gran placa que había bajo ella.

-Vamos Mugrim, tenemos que preparar el equipaje.

Los dos salieron del patio y entraron en el edificio Este, donde estaban el dormitorio de los acolitos.

-Yo ya lo tengo hecho desde la semana pasada, desde que aprobé mi tercera prueba. Lo tengo en una pequeña casa cerca de los muelles propiedad del gremio, me pregunto que te darán a ti.

- A mi no pueden darme nada, ya conoces las leyes de la ciudad. Los humanos tienen via libre para circular por ella, pero tienen prohibido tener posesiones dentro de los muros y, como ya no soy un acólito propiamente dicho, no puedo vivir en el Maestratum.

- No creo que se aplique esa ley tan absurda. Los minotauros no son muy populares aqui y me dieron la casa el mismo dia en que pasé las pruebas.

- Es cierto, los minotauros, no son populares, pero la gente no culpa a tu raza de provocar el Gran Kaos... ademas, no les gustaría desairar al hijo del rey Minos...

- Di mejor al noveno hijo del rey Minos, estoy muy lejos de ser alguien importante, y como no habia sitio para mí el la Corte de los Toros, vine aquí, para seguir los pasos de mi tio Norgral y traer mas honor a la casta imperial, aunque en otro Gremio...

- Algun dia me tienes que presentar a ese enigmatico tio, nunca he conocido a un Surcador de la Bruma.

- Puedo presentartelo hoy si quieres, su barco atracó ayer en los muelles y me ha dicho se va a quedar en la ciudad un par de días.

- Genial, estoy preparado, espero que tu tío sepa que...

- Si, sabe que eres humano, pero antes de eso vamos al mercado, que se acerca la hora del almuerzo y ya va siendo hora de que salgas del recinto del Maestratum.

miércoles, 10 de junio de 2015

Capitulo 1: El Examen

Era una tarde tórrida en la ciudad de Forentud, pero de gran expectación dentro del recinto del Maestratum. En los jardines que se encontraban entre los edificios Este y Norte se habían reunido la mayoría de los acólitos, pero cabía destacar también un número importante de Cazadores veteranos. En el centro de toda esta expectación estaba un joven de 15 años. Era el examen de maestría y, si aprobaba demostraría que había conseguido la maestría en 3 materias (bélica, intelectual y miscelánea) y se convertiría en un Cazador de pleno derecho. Pero lo que diferenciaba a este examen de los demás, es que  el joven, llamado Jocab, podría convertirse en el primer Cazador humano de la historia.
Jocab se había criado en el Maestratum desde que el Cazador Mirren llegó un día con el bebé bajo el brazo. Aunque los humanos eran odiados o, por lo menos, despreciados por el resto de las razas, Mirren crió al bebé como si fuera suyo, desoyendo las críticas de los demás cazadores diciendo que el Maestratum estaba abierto a toda la gente de todas las razas. Mirren era un Tzamish ( una raza de humanoides con la piel fina que podían moldear sus huesos a voluntad) y Forentud era la cuna de su civilización, así que su palabra era ley. Pero a los pocos días de cumplir los 14, Jocab se encontró sólo después de la muerte de su anciano tutor. El año que pasó desde el entierro de aquel que fue su maestro fue duro, pero Jocab quería demostrar que aquel ser que se portó como un padre para el no se equivocó a la hora de criarlo. Consiguió poco después la maestría de combate con cayado (bélica) y después la maestría de conocimiento de propiedades mágicas naturales (intelectual) y hoy se enfrentaba a su última prueba. Tres cazadores veteranos le examinaban: el centauro Sostias, compañero de Partida de Caza de Mirren y casi un tío para el, la salamandra Ghefirazh, en su asiento de fuego, impertérrito a lo que decían los demás, siempre seguidor de las reglas y el Tzamish Errarion, un profesor que nunca ocultó su desagrado hacia los humanos. Y era el encargado de la prueba de la maestría miscelánea, en este caso particular, radiestesia.
Había 10 jarrones de arcilla sellados alrededor de Jocab, todos exactamente iguales y, mientras los examinaba desde lejos, Errarion habló
- Bien, humano, esta es tu ultima prueba, y demostrará de que pasta estas hecho. Dentro de una de éstas vasijas se encuentra encerrado un fuego fatuo, y tienes que encontrarlo antes de que se quede sin aire y muera. En las otras vasijas hay escarabajos de fuego, y ya sabes lo poco q les gusta la luz del día a estos y como se enfrentan a los que los molestan... Calculo que al fuego fatuo le queda unos 10 minutos...
Ghefirazh miro con intensidad a Errarion, extrañado que el Tzamish eligiera para la prueba criaturas de su elemento, ya que las salamandras son elementales muy poderosos del elemento fuego y su propia presencia perturbaría las auras de las criaturas de naturaleza ignea, haciendo que el fuego fatuo ardiera con mas intensidad, por lo que se quedaría antes sin aire, y los escarabajos se volverían mas agresivos y letales.
Jocab, sin perder los nervios se agachó y empezó a examinar en voz alta sus péndulos.
- No puedo utilizar un péndulo que detecte el elemento fuego, ya que todos son de la misma naturaleza, y la presencia de un Elemental lo perturba todo, tampoco puedo utilizar un péndulo que detecte la vida, ya que cuando detecte la perdida de la vida del fuego fatuo será tarde así que...
Saco de la bolsa un péndulo hecho de cristal, con un núcleo formado por una aleación de electro (oro y plata) y empezó a moverlo con los ojos cerrados
- ...utilizaré un péndulo que detecte la magia, ya que la que tienen los escarabajos es constante pero la del fuego fatuo se debilita mientras se queda sin aire, por lo que la vasija es... ESA
Jocab, sin soltar el péndulo, lanzo la punta de cristal hacia la vasija mas cercana al elemental rompiendola y liberando al fuego fatuo.
En ese instante todos rompieron en vítores, sabiendo que había superado la prueba y conseguido el derecho de vestir los colores del gremio... Hasta que una masa de músculos y cuernos se abalanzó sobre el...