Magia

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Cazador

jueves, 11 de junio de 2015

Capitulo 2: Bronce y Cuero

...hasta que una masa de musculos y cuernos se abalanzo sobre él... y lo levantó con sus poderosos brazos.

- Sabia que lo conseguirias, pequeñajo- dijo el gigantesco minotauro elevando a Jocab por encima de sus dos metros y medio de altura.

-Para Mugrin - dijo Jocab- todos estan mirando.

En ese instante Jocab se dio cuenta que no todo el griterio que lo rodeaban eran vítores, muchos de ellos eran abucheos. Una cosa es que la institución de los Cazadores de Magia, respetada y reconocida en mas de una centena de reinos tuviera un acólito humano, pero que este acólito fuera un miembro de pleno derecho... ya no tenía al maestro Mirren para protegerlo, y notaba la mirada furiosa del maestro Errarion en su espalda, sabiendo que, al ser él el que habia ideado la prueba, no podía hacer más que darla por superada. No caeria sobre la conciencia de Jocab la muerte del pequeño fuego fatuo, mas bien, la pequeña criatura que guia a los muertos hasta el reino de su respectivo Dios lo consideraba como su salvador, y los mortales escarabajos de fuego alterados por el Aura del Cazador salamandra Ghefirazh seguían en sus vasijas sin provocar ningun incidente. Sostias miraba a Errarion sonriendo con disimulo, sabiendo que el primer impedimento oficial para Jocab de ser un hermano Cazador de pleno derecho había sido solviantado, aunque sabía que era solo el primero de muchos que aun quedaban por superar. Se acercó lentamente y con un trote renqueante por la artritis de sus ancianas patas, con un paquete envueto en hojas de Palmira Aurea, el símbolo de la ciudad.

- Se que aun es pronto para que te lo den, hasta que no se incluya tu nombre en la placa del Gran Salon del Maestratum no deberías ponertela. Pero Errarion no es el único que no te tiene simpatías aquí, por lo que he decidido hacertelo yo mismo.

Jocab desempaqueto el embalaje con sumo cuidado, sin romper las finas hojas del arbol que forma el corazón de la ciudad de Forentud, y sacó de su interior una sobrecamisa de los colores oficiales de los Cazadores: Bronce y Cuero

- Mirren esperaba poder hacertelo el mismo, pero las fiebres escarlatas se lo llevaron demasiado pronto. Aun así, se que está orgulloso de tí.

Jocab tuvo que esforzarse para no soltar una lágrima delante del centauro que era como parte de su familia y el minotauro, que se habia convertido en su mejor amigo en la escuela del Maestratum. La cúpula del edificio principal, con sus tejas broncineas, brillaban bajo los rayos del sol que bañaban esta parte de los Reinos Fragmentados, y Jocab no podia esperar a ver su nombre grabado en la gran placa que había bajo ella.

-Vamos Mugrim, tenemos que preparar el equipaje.

Los dos salieron del patio y entraron en el edificio Este, donde estaban el dormitorio de los acolitos.

-Yo ya lo tengo hecho desde la semana pasada, desde que aprobé mi tercera prueba. Lo tengo en una pequeña casa cerca de los muelles propiedad del gremio, me pregunto que te darán a ti.

- A mi no pueden darme nada, ya conoces las leyes de la ciudad. Los humanos tienen via libre para circular por ella, pero tienen prohibido tener posesiones dentro de los muros y, como ya no soy un acólito propiamente dicho, no puedo vivir en el Maestratum.

- No creo que se aplique esa ley tan absurda. Los minotauros no son muy populares aqui y me dieron la casa el mismo dia en que pasé las pruebas.

- Es cierto, los minotauros, no son populares, pero la gente no culpa a tu raza de provocar el Gran Kaos... ademas, no les gustaría desairar al hijo del rey Minos...

- Di mejor al noveno hijo del rey Minos, estoy muy lejos de ser alguien importante, y como no habia sitio para mí el la Corte de los Toros, vine aquí, para seguir los pasos de mi tio Norgral y traer mas honor a la casta imperial, aunque en otro Gremio...

- Algun dia me tienes que presentar a ese enigmatico tio, nunca he conocido a un Surcador de la Bruma.

- Puedo presentartelo hoy si quieres, su barco atracó ayer en los muelles y me ha dicho se va a quedar en la ciudad un par de días.

- Genial, estoy preparado, espero que tu tío sepa que...

- Si, sabe que eres humano, pero antes de eso vamos al mercado, que se acerca la hora del almuerzo y ya va siendo hora de que salgas del recinto del Maestratum.

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